Es posible que los líderes de las pequeñas empresas nunca enfrenten desafíos en la escala de los que enfrentó Inglaterra durante los años de la Segunda Guerra Mundial, pero ciertamente pueden aprender habilidades de comunicación de Winston Churchill. Había una sutileza y una convicción en el discurso de Churchill que unificó a su gente e impulsó la acción. ¿Qué líderes no querrían hacer algo similar para sus negocios?
“En los oscuros primeros días de la Segunda Guerra Mundial, Churchill tenía pocas armas reales”, señala una biografía de los Museos Imperiales de la Guerra. “En cambio, atacó con palabras. Los discursos que pronunció entonces se encuentran entre los más poderosos jamás pronunciados en idioma inglés. Sus palabras fueron desafiantes, heroicas y humanas, iluminadas por destellos de humor. Se acercaron a todos en Gran Bretaña, en toda la Europa ocupada por los nazis y en todo el mundo «.
Tan impactantes fueron las comunicaciones de Churchill que ganó el Premio Nobel de Literatura en 1953. Lo que hace que sus logros sean aún más impresionantes: Churchill no siempre fue visto como un líder. A veces tuvo problemas en la escuela y regularmente lo reprendían por su falta de concentración y confiabilidad.
¿Cómo se convirtió Churchill en un orador tan eficaz? Estos son algunos de los atributos que desarrolló y aplicó con gran efecto, perfectos para incorporar en sus propias comunicaciones comerciales.
- Practica para perfeccionar: Churchill no solo decidió ser un gran orador, se convirtió en un gran orador. Cuando era niño, la gente a menudo luchaba por entenderlo debido a un trastorno del habla. Dedicó tiempo a refinar su enunciación, lo que le permitió superar el problema más adelante en la vida.
Asimismo, puedes identificar áreas para mejorar tu comunicación y luego esforzarte para que sucedan. Sin duda, mejorará su capacidad para informar e inspirar.
- Comunica para ser entendido: Churchill tenía un vocabulario inmenso, pero generalmente optaba por las palabras que transmitían el mensaje con la máxima claridad. Considere este extracto de un famoso discurso que pronunció durante los tumultuosos años de la Segunda Guerra Mundial:
Preguntas, ¿cuál es nuestro objetivo? Puedo responder en una palabra: victoria. Victoria a toda costa. Victoria a pesar de todo el terror. La victoria, por largo y duro que sea el camino, porque sin victoria no hay supervivencia.
Al usar palabras cortas de gran impacto, transmitió su mensaje con claridad e inspiró a una nación en lucha. Puede incorporar esta práctica en sus comunicaciones haciendo de la comprensión su máxima prioridad, en lugar de intentar impresionar a su audiencia con el uso de palabras grandes u oscuras.
- Tómate tu tiempo: se dice que Churchill dedicaría una hora de preparación a cada minuto de un discurso. Sea esta proporción exacta o no, refleja su enfoque contemplativo de la comunicación.
Si está escribiendo un correo electrónico del trabajo, no lo envíe hasta que haya revisado cada palabra del mensaje. Es posible que incluso desee utilizar una función como la configuración «Deshacer envío» de Gmail, que le permite revisar un correo electrónico durante un breve período de tiempo incluso después de haber hecho clic en «enviar».
A la mayoría de los mejores comunicadores del mundo les gusta dormir sobre las cosas antes de decirlas. Nos puede parecer que simplemente abren la boca y envían mensajes perfectos, pero generalmente han reflexionado sobre el tema y han revisado su comunicación antes de que usted lo reciba.
- Hable con todos: hay ocasiones en las que su audiencia apreciará la jerga, los acrónimos y otras formas de comunicación interna. Pero esas situaciones son pocas y distantes entre sí.
El mejor enfoque: use palabras que todos entiendan para entregar el contenido relevante a la audiencia elegida. Esto asegura que su experiencia se muestre claramente a la mayor audiencia posible.
- Visualización: Churchill era famoso por la naturaleza evocadora de sus discursos. Incluso si su empresa nunca da una dirección de guerra a la nación, aún puede usar metáforas y otro lenguaje ilustrativo para hacer que sus comunicaciones sean más interesantes y memorables.
Cuando sea posible, utilice imágenes reales en sus comunicaciones, como fotografías o gráficos. Las palabras son cosas hermosas, pero cuando hay demasiadas amontonadas en un espacio, el cerebro de su lector puede adormecerse.
Al aplicar algo de la sabiduría de Churchill, todos podemos mejorar nuestras comunicaciones. Es fácil poner energía en presentaciones, artículos y comunicados de prensa de alto perfil, pero estas lecciones también se aplican a entregables escritos más pequeños, como correos electrónicos y descripciones de productos.
Como propietarios de pequeñas empresas, nuestra atención se dirige en un millón de direcciones. Probablemente no tengamos tiempo para servir un vaso de whisky y reflexionar sobre un párrafo como lo haría Churchill, pero podemos pensar un poco más en cada comunicación. Cada vez que haya terminado de escribir o preparar una comunicación, retroceda un momento e intente revisarla objetivamente. Este método de «perfeccionar el acabado» le ayudará a evitar errores, a transmitir un mensaje más convincente y a llegar a una audiencia más amplia .